La primera es de María Ybarra (tengo la aprobación tácita de ella de subirlo al blog, y la invitación expresa de Evaristo para hacerlo). Un paisaje precioso en tonos ocre y azules, bellísimo en su composición, que engancha por la frescura en la ejecución del plano superior y la potencia visual del inferior.
Y la segunda, es lo último que ha salido de las manos de esta servidora: un ramo de flores (podrían ser anémonas) romantiquísimo, que ideé a partir de una tarjeta de felicitación que enviaron a mi madre hace muchísimos años y que rescatamos del olvido recientemente mi hermana y yo.
Yo no soy dada a las puntualizaciones técnicas, pero en este caso he de decir que el papel Super Alfa, de estreno, me ha encantado.
PRECIOSAS LAS DOS!!!, pero tengo que reñirte, porque no se pueden ampliar las fotos que subes al blog, y es una pena que no podamos apreciar los detalles.
ResponderEliminarTienes razón Milagros. En realidad estaba esperando que me lo dijera alguien para aprovechar y pedir ayuda. A ver si me puedes tú decir cómo tengo que hacer para que salgan las ampliaciones y vuelvo a entrar y edito las fotos.
ResponderEliminarBesos.
Hola, parece ser que si la foto tiene mucho "peso" y se sube en formato grande... el servidor no quiere o no puede agrandarlas.
ResponderEliminarPrueba a pasarlas por el Photoshop y la dejas mas reducida, por debajo de las 1000 ppp.
Ya me contarás.
María se alegrará cuando la vea subida.
Aunque el tratamiento es bien distinto (quizás, se podría decir, "azar dirigido" frente a una causalidad planificada) pues bien diferente es la temática, el resultado, de ambas, es muy bello: ¡gracias por mostrarlo!
ResponderEliminarCatalina: sigue haciendo esas flores tan lindas, las acuarelas sueltas de María son un reto para mí ya que no logro desencorsetarme aún.
ResponderEliminarLo del papel superalfa es todo un descubrimiento, también genial para las aguadas progresivas.
María: Simetría divergente. Trazos azulados en su mitad superior; homogeneidad celestial; apasiguados nubarrones. En el centro, la tierra cultivada, flores en primer plano y al fondo... el bosque. Abajo, un espejo, la imaginación de la artista, trazos rompedores que inquietan el alma ¿reflejos? ¿una pesadilla?
ResponderEliminarCatalina; una delicia que bien podría estar extraida de tu jardín; hasta aquí me llega la fragancia floral de tus pigmentos; apastelada conjugación; suavidad melosa, melosa de miel. Quiero ver al fondo una flor no pintada ¿quizás vainilla? no me hagas caso; sólo que tu pintura ha excitado mi imaginación.
Felicidades a las dos. De museo.
Un anónimo seguidor de vuestro blog.
Muchas gracias anónimo por este comentario tan dulce. Sigue visitando nuestro blog.
ResponderEliminar