Con esta gama atemperada y quebrada, Manoli ha terminado otro de los paisajes sugeridos y sugerentes en los que estamos sumergidos estos dias.
Es un juego entre sutilezas y descargas con pasta, a veces nos colocamos el "chip" gestual, y de pronto cambiamos, nos colocamos el "programa" sensitivo, y pasamos a la veladura, o el restregado mínimo. Son cosas que propicia el acrílico, dada su velocidad de secado.