En la foto superior Milagros Reinoso, que en su breve intervención y pese a los "nervios" que le atenazaban tuvo la delicada certeza de referirse a nuestra compañera Patricia Cusadiano, quien se ha visto obligada a desplazarse a la Argentina para cuidar de su padre, y que por tanto no pudo asistir al evento que tanta ilusión le hacía. Un abrazo a ambos.
A continuación Milagros junto a una de sus obras:
El parto ha sido dificultoso, pero la radiante expresión de la autora pone de manifiesto que a mayores complicaciones sufridas, caben satisfacciones mas plenas.
De Cristina cabe decir: que sus cromáticas composiciones brillaban con luz propia, dejando entrever un estado anímico siempre positivo, siempre animoso, que nos traslada a las entrañas mismas del universo mironiano.
Catalina Trigos, exultante y agradecida en todo momento, junto a sus ramilletes de rosas; doblemente contenta: colgó y vendió. Seguro que la inyección de ánimo recibida, le hace aprobar el práctico, y en poco, podemos verla al volante de un flamante turismo.
María, orgullosa de su esbelta acuarela. Pese al tamaño reducido de la misma, es fácil apreciar la soltura del pincel, el placer ante la ejecución y el control "descontrolado" del color y la mancha acuosa.
Ulla Walther recatada y elegante, junto a dos de sus paisajes, tan diáfanos y melancólicos como bien resueltos en factura y color. Entre Ulla y su produción, siempre apreciamos una concordancia y una identificación, algo que solo se logra con el tiempo y la madurez junto a los pinceles.
La plena satisfación de Marisa, es directamente proporcional a la que transmiten algunas de sus composiciones, por su colorido, y sus matéricas preparaciones.
Marianne, presentando su nueva línea de actuación de corte constructivista; no aportó lo mejor de su produción, pero con las presentes muestras cabe deducir que se maneja con seguridad y confianza.
Para terminar, y siguiendo la línea de cortesia: "las mujeres y los niños primero"... coloco a Florencio en último lugar, (que precisamente parece estar como un niño con zapatos nuevos).
¿Quien podría pensar que un motivo tan prosaico y cotidiano como los cebollinos, puediesen dotarse de tanta carga simbólica?
Gracias; Evaristo por el reportaje, por tu asesoramiento y apoyo; la realización de este proyecto también te debe mucho a ti.
ResponderEliminarFelicidades a los autores. Esto no ha hecho más que empezar.
ResponderEliminarBesos y a millares.
Gracias Evaristo, maestro. Fue una noche fantástica. Me sumo a lo que dice Florencio: sin tu apoyo, sin tus enseñanzas constantes, sin tu disposición incondicional no habría sido posible para mí.
ResponderEliminargracias evaristo, haces que salgan cosas de mi que ni siquiera se que tengo.
ResponderEliminargracias milagros, una exposición magnífica, me siento encantada de haber expuesto mis acuarelas con acuarelas y oleos, siendo todas las obras totalmente distintas, donde veo la riqueza de cada uno de nosotros.